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fernandosarria

Para amarte ( y IV )

 

 

Sí, el amanecer es soledad,

enrojecido abrigo donde refugiar una mirada.

Tengo el abandono como cadena impensable

que deja fluctuar su sonido metálico entre las baldosas de la habitación

y señala que mis huellas ya no conducen a donde ella reposa,

tan sólo hay una branza que me une y que me ata,  

un deseo perenne para mi y pasajero para ella,

pues ya sé que en cada puerto que descansa

su cuerpo busca a alguien que le recuerde a mi.

Mar dormido

Mar dormido



Se ha olvidado el mar de respirar,

en el silencio sólo un murmullo:

la carcoma del agua.

Para amarte ( III )

 

 

Noche abierta y mi cuerpo espera tu llegada.

Como el beso que a una sombra tu luz atravesara,

quedo yo extenuado ante el fulgor y el tacto de tus manos

y en tus caricias renazco del olvido.            

Tan sólo me queda un largo susurro de tus labios húmedos,

un sendero de fuego marcado en mi piel

que hace de la penumbra una larga melodía.

Feliz cumpleaños

Feliz cumpleaños

 

Sé que eres capaz de urdir,
entre bosques y arenas
de inventadas playas,
héroes lejanos y sencillos
que aman lo imposible
y sienten pasiones
que llegan al limite:
allí
donde al acercarse más
salta el vértigo
y las noches traen el fuego,
impredecible aliento,
nostalgia
o esa luz que haces que tengan
los silencios.





Hoy es el cumpleaños de Antón Castro, escritor, periodista, constructor del programa "Borradores", blogger de pro, y otras muchas cosas, aunque sobre todo hombre generoso y "buena gente". Así que para él van el poema anterior y la foto que acompaña al post, una de la que fue llamada "el animal más bello del mundo".

Para amarte ( II )

 

 

No basta este rincón

donde el tiempo se detiene

y las flores remarcan la belleza

que el instante te guarda.

Haría falta una puesta de sol

que perdurará todo un verano ante tus ojos

y un mar azul guiando eternamente tu mirada.

  

En el aguacero

 

 

En el aguacero

presenta la lluvia

una luz inesperada,

mojados, corremos en la noche

y tu sonrisa reabre la esperanza,

como si un mal recuerdo

te hubiera abandonado entre las calles húmedas.

Para Amarte ( I )

 

 

Resuena tu voz en las estancias,

es una canción que la tarde recoge

y, embelesada, se queda en el jardín

para hacerse melodía perenne,

en la que sólo el rumor de tu voz

mueve las hojas de los árboles,

mientras el sol acaricia los muros

y las nubes dibujan sueños inmutables.

El azar y sus cartas

 

 

En ti y en mi

quedan carencias

que la noche arrastra,

todo lo impredecible

nos desarma,

se yergue ante el deseo,

como un juego de cartas

que el azar concede.

Nada nos hace héroes,

sólo un reguero de luz,

un río de dicha que nos acoge

entre sus orillas sosegadas.

De allí, según vengan las cartas,

la fortuna hará que reservemos

un ramillete de rumores y caricias

(algo que valga la pena recordar)

o la penumbra se llevará todos los recuerdos.

Sea el amor

 

 

Sea el amor cercado por el fuego.

Vientres que se resisten a separarse

en la violencia de un deseo extenuado

o en la incapacidad de la piel       

para reconocerse sola.

Sean tu cuerpo y el mío

fértiles campos de batalla,

donde el placer

no venga sólo de las manos,

ni el calor de los labios

se acoja a perderse

en las zonas de ambrosía,

sino que recorra el universo de estrellas

que de norte a sur

hacen nuestra geografía.

En el puerto

 

 

En el puerto se derrama la luz

sobre las barcas inquietas.

El mediodía deja su huella y su silencio,

un susurro que el agua deshace      

como el quejido solitario

de alguien que nos nombra.

El último velero

 

No sé por qué,

mirando el mar,

me parece

como que ese último velero

que se aleja,

se llevara con él algo de mi.

 

Pues sí, hoy cumplo años

 

Mis amigas de Entrenómadas se han apresurado a subir un post dedicado a este día de mi cumpleaños. Les doy desde aquí las gracias, sinceramente.

Cuantos más años pasan, más cuenta te das de que lo importante es cómo pasan.

Dejo un par de videos de una de las canciones que más me gustan (a mí también: "Mujeres de Irlanda". Una versión es la de Sinéad O´Connor, y la otra una composición de John Everett Millais sobre la versión musical de The Chieftains.

 

 

 





Trenes nocturnos

 

 

Hay amores que parten de la noche

como de las estaciones los trenes nocturnos,

y en la oscuridad de un cuarto,

los ojos aparentan

los azules astros del universo.

En los gemidos se alargan las horas

convirtiendo el deseo

en un sendero serpenteado

por nuevas sensaciones.

En los andenes del amanecer

las suaves caricias traerán

un poco más de felicidad.

Respira la tarde

 

 

Respira la tarde

e hilvana con sutileza

los recodos imposibles de tu deseo.

Detrás, apenas queda un reguero de luz

que tomaste del alba,

y en la piel,

aquellos besos húmedos

que todavía te hace recordarla.

En el intervalo del amanecer

 

 

En el intervalo del amanecer,

desnudo de abalorios y mentiras,

cabe en esta soledad         

una nueva caricia.

Un oboe me despierta

y guarda para mi

la tristeza compartida

de un adagio.

Still loving you

Una de mi canciones preferidas es esta balada de Scorpions:

 

 



FotoPoema - 72

FotoPoema - 72

 

Ámame en este silencio azul,

en su desierto de terciopelo

e hirientes arenas.

Sé del océano y sus murmullos,

pero nunca he visto en tus lágrimas

el dolor que ahora trae a mis labios

el sabor de tu boca.



© fotografía 2007 Miguel Angel Latorre

Ella

 

 

Ella me dice que no hay mayor ternura que mi silencio.

Mientras, la tarde cálida nos acoge entre las sombras de las parras

y unas avispas revolotean deleitándose entre las uvas.

Lo más parecido al cielo

 

 

En el intervalo del claroscuro de la tarde

tu cuerpo se hace estatua de luz y de sombra.

Quieta, apoyada en la ventana,

cae por tu espalda una cascada de iluminado ámbar.

Mientras yo admiro tu desnudo

y tus ojos se pasean por la deshabitada avenida,

me pregunto hasta cuando tendremos estos instantes

bendecidos por la dicha y la fortuna.

Un desgranado verano nos sostiene en la ciudad solitaria,

de azul cobalto sus noches son eternas

y en su duna dorada crecen las mañanas

al ritmo impagable de las caricias.

Apenas se nos pasan las horas y los días,

todo es un tobogán donde respirar tu aliento,

besar tu piel, hacerte el amor, soñar tus sueños

y en tus risas hundirme como un gato en el regazo.

Es lo más parecido al cielo que conozco.

Entrega las mañanas

 

 

Entrega las mañanas

el placer desnudo del silencio,

mientras los dos apenas rehechos

tenemos cada uno un mundo aparte,

un lugar donde hemos depositado

todas las pequeñas mezquindades

y un reguero de deshilados reproches.

Así y en pijama todavía

los muros derrumbados

nos dejan mirarnos

como si una lluvia

de ardiente sinceridad

nos hubiera empapado

en la noche de autos.