Para Manuel Vilas
Para Manuel Vilas que en sus manos sujeta el ancla del Actur.
No hay más lluvia inacabada que sustente la noche.
De un extremo a otro del horizonte se quebró la línea
en su eterno deshacer de rojas y permeables nubes
y vino de repente la penumbra en su odisea navegable.
Queda el rumor desencantado de los cansados niños
y el juego prematuro de los jóvenes amantes;
queda un rincón de lunas habitado por silencios
y la etérea pero palpable ropa blanca,
que aterida en su humedad se deja acompasar por la brisa.
Hay viejos marinos oteando el mar,
desde las azoteas de su improvisado castillo de proa
escriben sus bitácoras de desolación
y engendran rutas entre los lejanos astros
a las que nunca se atreverán a ir.
Entregados a sus sueños zarpan,
siguiendo el sendero del último relámpago.
Casi nadie recala en su partida,
pero hay noches que se les ve alumbrar el cielo
con el largo eco de sus palabras.
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Fernando -
MV -
Fernando -
39escalones -
Fernando -
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