Poema de Luisa Miñana
Que todo fuera siempre ligero y transparente
como majar la tierra, mezclar sus humedades
bajo un sol amigable que entibia la mañana.
Que todo esfuerzo tenga la feliz recompensa
del color de las flores creciendo
entre mis manos y la brisa que ondula
la luz y los olores.
Que todo fruto llegara a su sazón. Y un tiempo
desgranara y un manojo de sosegados recuerdos quien
lo tomara del árbol finalmente.
Que toda hora aconteciera
según el ritmo franco de su latido.
Que nada más hubiera.
3 comentarios
Fernando -
Ybris -
Como la tierra, la flor, el fruto.
Nada más: recuerdos sosegados al final inundando el latido de las horas.
Se siente por dentro.
Bellísimo.
Gracias a ti y a Luisa.
Magda -