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fernandosarria

Poema de Luisa Miñana

 

Que todo fuera siempre ligero y transparente

como majar la tierra, mezclar sus humedades

bajo un sol amigable que entibia la mañana.

Que todo esfuerzo tenga la feliz recompensa

del color de las flores creciendo

entre mis manos y la brisa que ondula

la luz y los olores.

Que todo fruto llegara a su sazón. Y un tiempo

desgranara y un manojo de sosegados recuerdos quien

lo tomara del árbol finalmente.

Que toda hora aconteciera

según el ritmo franco de su latido.

Que nada más hubiera.

3 comentarios

Fernando -

Lo más hermoso es que al leerlo sintáis la emoción de la palabra...gracias a los dos

Ybris -

Eso. Nada más: levedad, colorido, madurez.
Como la tierra, la flor, el fruto.
Nada más: recuerdos sosegados al final inundando el latido de las horas.

Se siente por dentro.

Bellísimo.

Gracias a ti y a Luisa.

Magda -

Ojalá, ojalá que nada más hubiera... Pero quizá sea así y todo suceda como dice este hermoso poema: en la eternidad del instante.