Vengo desde el arbolado sueño
Vengo desde el arbolado sueño,
crepitando en angosto fuego,
como la tea
que en el aire se contrae y crece.
Llego en el verbo de tu voz
y del deseo me hago artífice,
recorro en el viento y en tus ojos
la distancia que hay de tu mano al horizonte.
2 comentarios
Fernando -
Ybris -
Hay llamadas que nos llevan como un destino hasta el deseo del que somos artífices.
¡Qué tendrán la voz y las miradas...!
Un abrazo.