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fernandosarria

Es diciembre

Es diciembre.

Y aunque no hay nieve

la niebla tiene ese sabor dulce

que deja el fin del año

en los perdidos sueños.

Buscan los niños en las calles

las luces que trae la temprana noche,

y las húmedas huellas

de sus pequeños pasos

se confunden

como en la encrucijada

de un camino de risas.

Cubre el color de tus ojos

todas las sombras que arrastra el día,

versos de palabras y silencios

que acarician como una canción

el viejo navío donde navega mi alma.

Y el tiempo se vuelve agua

entregado  a ti como lágrimas

entre tus manos sabias.

7 comentarios

Fernando -

No es tiempo de diciembre más que a raticos...pero todo se andará...ya sabéis que los poetas imaginamos lo que vemos..o vemos lo que imaginamos?...un beso.



M.M. después de escribir a tu madre/amiga ya veo que estáis en el verano...yo me iré a Cambrils pasado mañana y espero que todavía quede un buen rayito de sol y una buena clara...un beso FUERTE

M.M -

Cuesta creer que en algún lugar del mundo parezca que es diciembre, que llega el invierno y la navidad. Hoy me he tomado una cervecita en terracita al sol y si no era verano, lo parecía...
Besos en manga corta.

gaviota -

en el mediterraneo es dificil situarse en diciembre y el frio, hoy luce un sol primaveral y las gentes estan en la playa

Fernando -

La verdad que este año esta resultando extraño ala vez que hemos tenido otoño de verdad...un abrazo FUERTE

Isthar -

Aquí diciembre despunta entre abrazos cálidos que todavía parecen resistirse a la llegada próxima del invierno. El sol sigue colándose por las rendijas del cielo y ante su poder sigue el frío resistiéndose todavía.

Llegará su momento, siempre llega, y estaremos allí para recibirlo también con los brazos abiertos :)

Fernando -

Ybris, la vida según las estaciones va cambiando aunque parezca que siempre haces lo mismo...claro que lo más importante es intentar estar conforme contigo mismo...un abrazo

Ybris -

Un diciembre de niebla siempre es lugar propicio para recuperar sueños perdidos en la niebla.
Los niños y sus risas contrapunto.
También el color de los ojos contemplado barriendo nieblas y acariciando las huellas de nuestra singladura por el tiempo.

Y al final la entrega.
A veces más que lágrima: mano.

Un placer leerte imaginando.

Un abrazo.