Renglones
Renglón
Renglón
Renglón
Renglones
Un rencor de pisoteadas rosas sigue enojando la noche.
Mañana volveremos a sembrar el trigo en la soledad de cada uno.
Renglón
Renglón
Renglón
Renglón
Renglón
Renglón
Renglones
Bebo el amargo acíbar y no es tu adiós sino el frío beso de la soledad.
No hay música para mi corazón, mi única melodía eras tú.
Renglones
Yo no soy nada, si acaso un suave gozne de la oscuridad.
Guardan las estrellas enigmas que en las noches azuladas nos susurran.
Renglones
Dejo abierto el camino de la tarde, trae siempre un aire a nostalgia conocida.
Sueño y soledad, nada hay ya de ti en mis estantes.
Renglones
Añoro la penumbra de las alamedas en las largas tardes de verano.
Desde que soy transparente puedo ver a las personas a través del silencio.
Renglones
En los pájaros se dibuja el vuelo del adiós con el que nace el otoño.
Dejas tras tu paso la húmeda sensación del mar.
Renglones
Dejé de ser el faro de tus noches y ahora ilumino mi soledad con tu recuerdo.
Traigo entre mis manos el aroma de tu paso.
Renglones
Debería ser un hombre nuevo cada día y renacer desde el olvido.
En el frenesí de tu cuerpo, un verso es el aroma del amanecer.
Renglones
Desnudo en tu luz soy sombra que enarbola la noche.
¡Que placer de nostalgia, acostarme con tu recuerdo!
Renglones
Estoy triste de ti y es una somnolencia que me conmueve el alma.
Despierto al paladar de los días en su agotadora rueda.