Renglones
Bebo el amargo acíbar y no es tu adiós sino el frío beso de la soledad.
No hay música para mi corazón, mi única melodía eras tú.
Bebo el amargo acíbar y no es tu adiós sino el frío beso de la soledad.
No hay música para mi corazón, mi única melodía eras tú.
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