Llega el otoño
Desisto del verano,
él se ha hundido entre los pliegues de mis sueños
y todo lo que mis manos acarician
guardan el sabor húmedo del otoño.
Camino por el parque.
Resuena entre la grava el eco de mi soledad.
El viento se adhiere a mi cuerpo,
trae un sabor preciso a lluvia
y a las primeras hojas que abandonan el placer de la vida.
No tengo más palabras para identificar tu ausencia,
la puerta guarda encendida la luz que tu adiós no supo apagar.
Hay olor a multitud entre los divanes de los cines
y allí, desearía esconderme entre las sombras ocres de los demás,
en el oscuro señuelo de cuadros azules y rojos.
Tenderme en lo profundo,
lejos de este parque temático de los recuerdos.
Llega el otoño y tú no estás,
como otras veces no has estado,
pero ahora me parece sentir
que el viento se lleva mis palabras y las tuyas
e inunda de olvido y silencio la casa que habito.
2 comentarios
Diego de Rivas -
Lamia -