Todos los murmullos
Todos los murmullos de la noche
te dejo junto a la almohada,
esos que apenas se perciben,
los que engendran rincones de viajes olvidados
y relámpagos en el cielo de los sueños.
Ese rumor de mi cuerpo
cuando dibujabas con los dedos en él
una pregunta de oscuro deseo,
o renovabas el sudor de mi castigo
dejándome a la sombra de la pasión.
Y sentirás el alivio de tus dedos
recreando el frenesí de tu soledad,
pero de mi sólo te quedará la fragancia,
la marca inerte
que mi piel abandono en tu cama.
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