Se hace la tarde
Se hace la tarde con el regazo de los sueños.
Cabalga entregada en la difusa sabara
que a todos nos ofrece el silencio.
Se deshace en nubes derramadas por el viento
y el sol de invierno se refugia en su desván de recuerdos.
Todo lo que amamos puede esperar.
Este ansia infinita de tu cuerpo,
deseo y ternura que arden en mis manos,
se adormece entre los cojines verdes
y el largo sorbo del café frío.
Sé que la soledad es una pasión que me domina
-rumio todos los sentidos de las palabras-
y me persigue la cadencia precisa del tiempo,
derrotando mis versos con su particular ironía.
En este desierto sin rostros sigo,
aún así, alborozado,
bendiciendo el aroma de las rosas
que desde el amor se mecen,
y el misterio de ver volar los pájaros
que hacen elevarse mis ojos hacia la luz.
Queda mucha tarde para soñarte.
6 comentarios
Fernando -
M.M -
Siempre hay un hueco para refugiarnos en la pasión de la soledad.
Me ha gustado
Fernando -
Fernando -
mia moore -
Me alegra que estés de vuelta.
Besos.
Paula -
me alegra mucho que hayas vuelto, y que nos sigas deleitando con estos poemas
Un abrazo, Fernando