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fernandosarria

Renglones

Renglones

Merodea la luna los pliegues de la noche.


En tus manos se enhebra el tiempo y se viste el silencio con su capa negra.

Renglones

¡Que noche alumbra mi corazón tu dulce sombra¡


Arden tus ojos en el arrebol de un rojo y perenne atardecer

Renglones

Quise ser tu sombra sigilosa para vencer los celos del sol que la creaba.


Amo tu deseo enhebrado en el canto intangible de la noche.

Renglones

Sosten la voz, el grito y el silencio y en la noche oigamos hablar al mundo.


En el recodo del olvido tú y yo seguimos unidos por la sangre azul de las estrellas.


Renglones

En la suave caricia de tu mano se me desnuda un verso.


En el amor siempre ha salido el tren cuando llegas tarde.

Renglones

Cuando me hablas un aroma a sándalo me envuelve.


Guarece mi palabra bajo el manto protector de tus ojos.

Renglones

Verbo sin nombre ¿qué objeto de deseo prendió la tarde?


Que hermosa estas cuando mirando al infinito me hablas.

Renglones

Del desengaño la luna conoce todos los charcos.


¡Que humildes pueden llegar a ser mis palabras cuando se miran al espejo!

Renglones

Inundada de estrellas la noche canta.


¡Que oscuro retumba el trueno en un día de lluvia¡

Renglones

¡Que longevo sueño encierra una vida¡


Me humedecen las horas el fondo marino de tus ojos.

Renglones

El olvido es una poblada rama que se mece al ritmo de la esperanza.


Se derrama el viento en un sueño húmedo de amante solitario.

Renglones

¡Que sola esta la noche cuando la luna duerme¡


Me embriaga el aroma de tu cuerpo desnudo perlado de rocío.

Renglones

Fugaz, la estrella jamás penso morir ante mis ojos.


Reabro el sueño de la mano insconciente de la noche.

Renglones

Desgranado el día¿qué melancolía somete al reposo a las nubes de algodón?

En el jardín siempre encuentro un coro de pájaros pronunciando tu nombre.

Renglones

Entre tu y yo camina un silencio lleno de palabras.

Escriben los aviones en el cielo con la tiza del  adiós. 

Renglones

El paso de los días quiebra el amor de las rosas.   

En las noches de luna nueva lloran las estrellas sus fugaces lágrimas.

Renglones

Cae la lluvia, inexorable letania del olvido. 

Cubreme con el remanso de silencio que trae el atardecer

Renglones

Queda tu cuerpo desnudo a la mirada languida de la tarde.

Oscura noche abierta al beso imperceptible de la pesadumbre.

Renglones

¡Que sabor a cerezas tiene tu boca¡.


Entras en mi silencio como un rayo de sol penetra en la penumbra.

Renglones

El lamento de la luna resquebraja el aire.


Vendrá el alba con su beso blanco acariciando el día.