No te olvidaste del verde color del trigo
No te olvidaste del verde color
del trigo en primavera.
Ni del olor
húmedo y fecundo
que arrastra la tormenta.
Del sabor desnudo
del alba en el desierto,
con la tierra prendida
en un polvo rojo y milenario.
De aquellas noches,
tras los largos crepúsculos de julio,
en que la luna, mineral herido,
iluminaba con su haz tu rostro.
Te olvidaste de mí,
de mí y del amor sin limites
que yo te profesaba,
de mí,
del único que perduraba
en todos tus sueños.
2 comentarios
Fernando -
jose a. -