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fernandosarria

Para amarte ( y IV )

 

 

Sí, el amanecer es soledad,

enrojecido abrigo donde refugiar una mirada.

Tengo el abandono como cadena impensable

que deja fluctuar su sonido metálico entre las baldosas de la habitación

y señala que mis huellas ya no conducen a donde ella reposa,

tan sólo hay una branza que me une y que me ata,  

un deseo perenne para mi y pasajero para ella,

pues ya sé que en cada puerto que descansa

su cuerpo busca a alguien que le recuerde a mi.

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