Blogia
fernandosarria

La tormenta

Se arrumbó la tarde,
la atmósfera felina
tamborileó la noche
con un lamento
de enlutado sueño.

Crujió en el cielo
el lacerante látigo
sobre los heridos alcores,
y el eco era vigilia,
hambruna de suicidio,
temor creciente
entre los atónitos hombres
guarecidos en las sombras.

Todo sucumbió en un mar de tormenta,
mientras el caballo soplaba con sus crines de agua
sobre los incontrolables torrentes,
las gloriosas lagunas guarnecidas de espuma
y el desaforado lodo marrón
que lo inundaba todo,
como un cromático esperpento.
La tierra muda se disolvía.

Salvaje e infernal diluvio
que como sable de acero
descargaba su ira con fiereza
y un crepitar de enloquecidas sirenas
coloreaba el miedo.

Llegó la hora muerta.
Tras el último aullido de los lobos,
quedó el desgarrado silencio
vestido de innumerables charcos,
espejo de difusos azules
y una platea de nubes
donde los pájaros abrieron sus alas.

A los ojos de un hombre silencioso
el sol se esforzaba en crear
en uno de sus eternos crepúsculos de verano
la ventura del arco iris.

1 comentario

jose -

me encanta es desgarradora